viernes, 16 de julio de 2010

DEBATE, pagina 4. Germán Arciniegas - Enrique Uribe White - Biblioteca Mendel. DOCUMENTOS

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EL DEBATE (Archivo):
Página 1.
Mendel de los libros. Por: Héctor Abad Faciolince. Julio 4, 2010. ¿Enrique Uribe White y Germán Arciniegas, dos mediocres? , http://enriqueuribewhite.blogspot.com/2010_07_06_archive.html.
Página 2.
"Entra extranjero...", texto, en muro redondo, a la entrada de Santa Eulalia, http://enriqueuribewhite.blogspot.com/2010_07_08_archive.html.
Página 3.
"Por mi culpa". Héctor Abad. El Espectador.Julio 11 y 12, 2010. Debate: Biblioteca Mendel - Germán Arciniegas - Enrique Uribe White. , http://enriqueuribewhite.blogspot.com/2010_07_10_archive.html
Página 4, ésta:
DEBATE, pagina 4. Germán Arciniegas - Enrique Uribe White - Biblioteca Mendel. DOCUMENTOS , http://enriqueuribewhite.blogspot.com/2010_07_16_archive.html
Página 5,
DEBATE, página 5. A propósito del debate sobre un artículo de Héctor Abad. Por Carlos Vidales. Julio 18, 2010. http://enriqueuribewhite.blogspot.com/2010_07_18_archive.html

Aportes al debate:
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Judíos en Colombia: entre el antisemitismo y el triunfo comercial (Más adelante: fragmentos)
José Ángel Hernández, Universidad de la Sabana (Colombia)
http://www.americanistas.es/biblo/textos/c12/c12-088.pdf Allí el interesantísimo texto completo, 16 páginas)
MATRIZ: Orbis incognitvs : avisos y legajos del Nuevo Mundo: Vol. 2, 2007, ISBN 978-8496826-96-0 , pags. 703-718. Actas del XII Congreso, Huelva, 2007 Asociación Española de Americanistas (AEA), http://www.americanistas.es/biblo/12huelva.php
http://www.americanistas.es/biblo/textos/c12/c12-088.pdf Allí el interesantísimo texto completo, 16 páginas)

"....
Y es que el periódico El Tiempo órgano oficioso del Partido Liberal y propiedad del
presidente Santos, se hizo eco de la campaña en contra de la emigración judía a través de
algunos artículos que bajo el seudónimo de Calibán publicaba el hermano del presidente
Enrique Santos. Teniendo en cuenta que el tal Calibán marcaba tendencia dentro del Partido
Liberal, se entiende la preocupación de la revista Nuestra Tribuna sobre el tema.
Por aquellos días, la influencia en el gobierno del ministro de exteriores colombiano
Luis López de Mesa era notoria, que con unas particulares teorías étnico-raciales, vivía
obsesionado por la cuestión racial.
...."
......
"....
Pero no todos los liberales pensaban así, e incluso desde el Ministerio de Educación se
intentó permitir la emigración “de ciertos maestros judíos.. para venir a universidades y
colegios a dictar algunas asignaturas para las que no se tenían profesores idóneos”16. En un
gobierno como el de Eduardo Santos en el que confluían distintas sensibilidades, no solo
políticas sino también vitales, una cuestión como la de la emigración judía causó algunos
encontronazos entre ministerios, sobre todo en el de Educación y el de Exteriores. Un
ejemplo claro de lo anteriormente expuesto es el intento del Ministro de Educación
Germán Arciniegas de traer a Colombia al filósofo Stefan Zweig, amigo de éste y con el que mantenía
una fluida correspondencia epistolar. Zweig después de la llegada del nacional-socialismo a
Alemania y Austria hubo de tomar el camino del exilio, exilio que lo llevó al Nuevo Mundo
concretamente a Petrópolis en Brasil. Arciniegas le ofreció la posibilidad de emigrar a
Colombia, pero el Ministerio de Relaciones Exteriores hizo todo lo posible para frustrar
el proyecto
, finalmente el filósofo judío se suicidó en 1942, quizás esperando una visa que
de haberse concedido nos hubiera permitido de disfrutar en Colombia del autor de Novela
de Ajedrez. Como se ve, en este pugilato con Arciniegas, López de Mesa demostraba su
omnipotencia en asuntos de emigración judía.
...."

Nota: el texto anterior (completo) se publicó tambien en: "Emigración judía en Colombia en los años 1930 y 1940. Un caso particular: los polacos.
José Ángel Hernández García
Resumen: Una de las características principales de la República de Colombia es el escaso nivel migratorio. Al llegar los años treinta, y coincidiendo con el advenimiento de los regímenes fascista y nacional socialista en Italia y Alemania respectivamente, comenzó a darse una tímida emigración a Colombia de ciudadanos europeos de ascendencia judía. La oposición oficial a esta emigración, y la escasa aceptación popular son tratadas profusamente en este artículo que intenta esclarecer las vicisitudes de un contingente que tanto contribuyó al desarrollo de Colombia.
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Pensamiento y Cultura es una revista interdisciplinar que se propone divulgar los avances y resultados de la investigación en los distintos campos de las ciencias humanas y el arte. En coherencia con los principios de la misión de la Universidad de La Sabana …

Pensamiento y Cultura, Vol 10, No 1 (2007) Universidad de La Sabana …
http://pensamientoycultura.unisabana.edu.co/index.php/pyc/article/view/1175
http://pensamientoycultura.unisabana.edu.co/index.php/pyc/article/view/1175/1237
Texto completo: PDF , haga click aquí
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Issues
Vol. 9 No. 2 December 30, 2008
Espionaje alemán en Latinoamérica: El caso de Colombia
José Ángel Hernández García, Ph.D .Director, Departamento de Historia. Universidad de la Sabana . Bogotá, Colombia, josehg@unisabana.edu.co
http://www.udel.edu/LAS/Vol9-2HernandezGarcia.html
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FASCISMO Y AUTORITARISMO EN COLOMBIA*
FASCISM AND AUTHORITARINISM IN COLOMBIA
Julio Gaitán-Bohórquez** y Miguel Malagón-Pinzón***
http://www.corteidh.or.cr/tablas/r24275.pdf
Vniversitas. Bogotá (Colombia) N° 118: 293-316, enero-junio de 2009.
** Abogado de la Universidad del Rosario, doctor en Sociología Jurídica de la Universidad de Lecce. Profesor investigador de la facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario. Correo electónico: jgaitan@urosario.edu.co
*** Abogado de la Universidad del Rosario, doctor en Ciencia Política y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid. Director de la Línea de investigación de Pluralismo Jurídico, Administración Pública y Justicia y profesor de la Universidad del Rosario. Rosario.
Correo electónico:
mmalagop@urosario.edu.co

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ENLACES Y DOCUMENTOS SUGERIDOS POR CARLOS VIDALES ( http://hem.bredband.net/rivvid/ , http://luisvidales.blogspot.com/ , http://losimportunos.wordpress.com/ )

*** Arciniegas y el nazismo (1)‏

Memorias de la Segunda Guerra Mundial
Germán Arciniegas

El pangermanismo de la primera guerra había dejado preparada la opinión para la segunda. El nazismo repugnaba por sus fórmulas totalitarias y puede decirse que el caso en Colombia, como el de toda la América Latina, en materia de opinión popular, estaba resuelto en favor de los aliados en cualquier plebiscito. Se veía con desconfianza el avance de Hitler en todos los frentes europeos y empezaba a tenerse una información cada vez más alarmante de las violencias nazistas.
Otra cosa era la estimación por la colonia alemana y su comercio, apreciados por su seriedad y la calidad superior de los productos. La ferretería, la óptica habían ganado un terreno que ninguna otra marca extranjera podía disputarles. Además, a los alemanes debíamos reconocerles que fueron pioneros en la aviación suramericana, con la Scadta, una empresa que se adelantó en Colombia, en servicios de pasajeros, de carga, de fotografía aérea, posiblemente en el mundo entero, fundando una compañía que era el ejemplo para las demás naciones. Tan exacto es esto, que los aviadores de la Scadta pasaron a ser pilotos famosos, una vez disuelta la empresa, en la segunda guerra mundial.
Tan apegados estábamos de la calidad del alemán como ser humano, que podría vincularse a la civilización colombiana, que López de Mesa, en una de sus famosas Utopías, llegó a pensar en formar grupos de inmigrantes alemanes en una diagonal que iría desde LaGuajira hasta Tumaco, pensando que, con el desarrollo del país, había que atenuar el movimiento migratorio del occidente colombiano, saturado de elemento negroide, corriéndose hacia el oriente, cargado éste de población indígena. En un estudio confidencial, decía él que unas colonias de alemanes, establecidas en una diagonal que fuera como una talanquera humana, podría servirde parachoque en esta oleada de los dos costados del país. Era uno de esos sueños del maestro, que manejaba las ideas más extravagantes, pero que en el fondo da la medida de hasta qué punto había una especie de superestimación en el valor del elemento alemán.
Lo que sí tuvo más resonancia fue la aparición del fenómeno fascista y quien despertó entusiasmo, en ciertos grupos políticos, fue Mussolini. El aspecto teatral del Duce, que arrastraba las muchedumbres italianas, tuvo seguidores de derecha y de izquierda que quisieron introducir en Colombia métodos fascistas. Los que iban a Roma y veían sus apariciones en el balcón de la Plaza de Venecia no resistían la tentación de repetir el espectáculo en Manizales, en Pereira o en Bogotá. Alzate Avendaño hacía los discursos mussolinescos y Jorge Eliécer Gaitán llenó el liberalismo de fórmulas y gestos copiados directamente del modelo romano.
Caso Scadta
Fueron éstos los puntos débiles en la ideología que sirvió de base a la política de Colombia durante la Segunda Guerra. Al entrar los americanos en la guerra, empezó a funcionar en la lista negra para castigar las empresas que apoyaran a los alemanes. En la lista quedó incluido El Siglo de Bogotá. Era un golpe mortal que el gobierno mismo deploraba, porque no podía ver con buenos ojos que se acabara el periódico de la oposición. Se le negaron al periódico los despachos de papel, pero Eduardo Santos ordenó que El Tiempo le cediera todo el que había pedido. No era ciertamente El Siglo un periódico germanófilo. Laureano había pronunciado una conferencia apocalíptica -era su lenguaje habitual- sobre el Führer, recogida luego en El Cuadrilátero, que podría presentar como certificado de buena conducta. Para los americanos no resultaba creíble porque, en la casa de El Siglo, mantenía sus oficinas la Academia Caro, tertulia de fanáticos de camisas negras, integrada por Alvaro Gómez, Guillermo Camacho Montoya, Fandiño Silva, Plata Bermúdez y cuantos más que publicaba la Revista Colombiana y hacían las más temerarias demostraciones con una agresividad en que se jugaban la vida como locos.
Una mañana recibí una llamada, siendo ministro de Educación, de Palacio. El presidente Eduardo Santos me llamaba para mostrarme unos documentos. Al llegar a Palacio me enseñó una serie de fotografías tomadas de una sesión nocturna de la logia nazista que sostenía secretamente el Colegio Alemán. Los estudiantes eran iniciados y prestaban el juramento de fidelidad nazista. La documentación era concluyente, y le pregunté al Presidente: "¿Qué podemos hacer?". "Nada más sencillo -me respondió-. Usted debe cerrar el colegio esta misma tarde".
El colegio Alemán era muy estimado por quienes tenían hijos que recibían allí una educación distinguida. Se lustraban los zapatos, se peinaban, se limpiaban las uñas, se abotonaban el saco, estaban puntuales en sus clases. Daba gusto reconocer la disciplina como la urbanidad de sus modales. Al día siguiente hubo que reacomodar to dala población del colegio en los que la recibieron de acuerdo con el Ministerio. Le tocó al presidente Santos resolver en la misma forma citaciones más difíciles. En primer término, lo de la Scadta (Sociedad Colombo-Alemana de Transportes Aéreos). Fue esta compañía una escuela, en algunas cosas la más avanzada del mundo para su tiempo, que introdujo todos los adelantos de transporte en carga y pasajeros en un terreno de las mayores dificultades para una aviación que se estrenaba en una geografía endemoniada. En Colombia se formaron pilotos que resultaron notabilísimos cuando se liquidó la compañía y fueron a prestar servicio en su patria durante la guerra. La Scadta transportaba primero en hidroaviones, que acuatizaban en el Magdalena, y luego en los de tipo ordinario que aterrizaban en los potreros, pasajeros y correo y luego, poco a poco, fueron movilizando carga de toda especie. Para los campamentos de las nacientes perforaciones de petróleo, llevaban todo el material y eran además hospitales aéreos que transportaban las medicinas y a los enfermos. Llegó un momento en que en Colombia se prestaban por el aire todos los servicios que luego han sido corrientes en Europa y en Estados Unidos. Entonces eran una novedad colombiana. Colombo-alemana.
Cuando sobrevino la guerra con el Perú, el presidente Olaya Herrera tuvo una idea genial: la única forma de hacerla, por parte de Colombia, era con la aviación. Tal vez fue la primera guerra aérea. Se llevó la tropa, el armamento, y se sostuvo el frente con los pilotos alemanes que encontraron el entrenamiento necesario para lucirse luego en la guerra europea. Lo que Colombia no sospechaba era que la escuela quedaba incluida dentro de un vasto plan que incorporaría a Sur América dentro de una guerra que fuera realmente mundial, según la concepción del Führer. La aviación de Bolivia fue otro experimento alemán. En la Argentina y Chile, todo lo tenía penetrado la técnica alemana.
El sueño nazista era el de una plataforma aérea que dominara todos los altiplanos de los Andes para llegar al Canal de Panamá. La Scadta sería básica dentro de esta concepción: tenían fotografiado al milímetro todo el contorno del canal con los elementos más avanzados de fotografía aérea. Al entrar Colombia en la guerra, el presidente Santos en un día terminó la Scadta, canceló la totalidad de los pilotos alemanes, los reemplazó dentro de la nueva compañía -Avianca- por pilotos colombianos y lo que era el lunes vuelos alemanes, pasó a ser el martes vuelos colombianos. No he conocido una decisión más rápida, más limpia y más eficaz en la administración colombiana. No hubo tiempo para una propuesta, para una reacción, para nada.
Injusticia con Latinoamérica
Creo que cuando se hizo el balance final de la guerra y el plan Marshall se proyectó para reconstruir el mundo, comenzando por reedificar ciudades enteras de los países causantes del conflicto y creando estados como el de Israel, se cometió un olvido grave al marginar a la América del Sur y dejarla fuera de todo proyecto restaurador. Es cierto que fue muy pequeña la contribución en tropas, en ejércitos suramericanos en los frentes europeos. Unos cuantos batallones de brasileños no alcanzaron a desempeñar un papel visible. Pero basta pensar en no haberse prestado al juego de Hitler sirviéndole, por ejemplo, con una plataforma aérea. Basta pensar -el solo imaginarlo horroriza- que hubiera servido para asestarle un golpe al Canal de Panamá. Lo que ocurría en Colombia se vio en el resto de América.
Yo estaba en Buenos Aires cuando López de Mesa, como ministro de Eduardo Santos, fue a inaugurar la estatua de Santander que se erigió entonces en Buenos Aires. En la visita al presidente Castillo, éste le dijo: "Mi querido canciller: sobre esto no debemos equivocarnos. Esta guerra la van a ganar los alemanes y sería una inmensa equivocación apuntarnos al que va a perder". Castillo había subido a la presidencia por la enfermedad del presidente Ortiz. Pronto vio que las cosas no eran como él pensaba. Berta Singerman enloqueció al pueblo de Buenos Aires recitando en el teatro La Marsellesa. La victoria de los aliados hizo esa noche vibrar hasta las piedras a un Buenos Aires que era el revés de lo que pensaba el presidente Castillo.
El plan Marshall, como proyecto para un nuevo orden mundial, correspondía a la idea que se ha formado el mundo del papel que se le ha asignado a Estados Unidos como restaurador universal, que acepta el papel de una responsabilidad indirecta de los descalabros que otros han cometido. La carga que se echaron encima los americanos, empezando por reconstruir las naciones causantes de la guerra, es un caso que todavía vemos con asombro. Lo que resulta inexplicable es que en el plan general no se hubiera incluido nuestra América, que iba a ser la defensa de la democracia en los años futuros. La responsabilidad histórica de los estadistas latinoamericanos está en no haber precisado el papel que estaba llamada a desempeñar nuestra América como un nuevo mundo que nació para ser el de la esperanza de los perseguidos, por quienes, en la Segunda Guerra, estuvieron representados por nazistas y fascistas.
Si en Colombia recluimos en Fusagasugá y en Villeta a los alemanes, japoneses e italianos en quienes vimos posibles agentes del nazismo y el fascismo y de la causa que podía representar un peligro para las instituciones democráticas, y con esto contribuimos a destruir una posible arma que trajera a Sur América el morbo hitleriano, hemos debido valorar esta contribución al hacer el balance de la victoria, al menos para tomar conciencia de nuestra propia actitud. Para darle el sentido que tuvo a la creación de Avianca. Que pudo quedar convertida en una simple filial de la Panamerican y que, por la vigilante intervención del gobierno de Santos, tomó el carácter tan colombiano que ha tenido hasta hoy. Pero, fuera de esa ganancia, ni Colombia, ni la América Latina participaron un una proporción justa del plan mundial de la liquidación de la guerra.

El Tiempo, "Lecturas Dominicales", Santa Fe de Bogotá,30 de abril de 1995, pp. 10-11.
http://www.lablaa.org/blaavirtual/historia/america/america25.htm
Ficha bibliográfica Titulo: América nació entre libros Tomo II Edición original: Santa Fe de Bogota, Presidencia de la Republica. 1996 Autor: Arciniegas Germán

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*** Arciniegas y el nazismo (2)‏

De la larguísima y bella crónica de Arciniegas sobre su visita a Polonia en la década de los 50, copio el fragmento dedicado al terrible campo de concentración de Auschwitz. Este texto, y el anterior, como contribuciones a la documentación sobre Germán Arciniegas.

Auschwitz
A unos cuarenta kilómetros de Cracovia, Auschwitz. Una enorme entrada, como la del jardín de un castillo, abierta hoy a todo el mundo. En lo alto, una leyenda en alemán, pedagógica: El Trabajo Libera. A cien pasos, las carrileras para los trenes que llegaban de Francia, de Alemania, de Polonia... Al fondo, edificios de ladrillo. Fue un cuartel. Muchas barracas, decenas de barracas. Se hicieron para alojar a los recién llegados. Fuera de quienes llegan hoy de visita -cinco mil al día-, por avenidas y establos y talleres y depósitos de esta hacienda que fue de Hitler, de Himmler, de Rudolf Hess, de Eichmann, se mueven las sombras de cuatro millones de seres humanos, traídos a este lugar, entre 1940 y 1945, a una cita con la muerte. No es Auschwitz un latifundio: tiene el tamaño de una hacienda en la Sabana de Bogotá. Debería alojar a doscientos mil judíos o cristia­nos. Y en las haciendas de Bogotá no caben quinientas vacas. Como los trenes llegaban repletos, la administración llegó a sacrificar veinte mil diarios. No podía ser de otra manera: en cada cama dormían -o se acostaban- cuatro personas. Se aprovechaba hasta el límite el espacio físico de las barracas. Las camas eran de tres pisos, como en los cuarteles. Hubo que hacer un campo adicional para muje­res. Todo está ahí, a la vista, y hoy mismo, caminando por las barracas vacías, apenas es posible moverse entre cuatro millones de sombras que hacen irrespirable el aire.
Ahora es un museo. Algunas salas se han arreglado para determinados testimonios. En una, de unos cuatro metros por tres, hay una montaña de pelo. Todavía se ven trenzas rubias... Venían las mujeres de Holanda, de Francia, apretu­jadas, sin posibilidad de sentarse, en vagones para bestias, después de un viaje de días, y se las pasaba a una inmensa sala: ¡A bañarse!, anunciaba el capataz. Velozmente les rapaban el pelo, y las hacían desnudarse. Después de todo, era un descanso pasar a las duchas del establecimiento hidráulico. Qué orden el de estos militares -pensaban las mujeres-. Entraban, confiadas, a buscar descanso higiéni­co. Los guardas empujaban y empujaban a cientos y cientos de mujeres. El baño sería para recibirlo apretadas como sardinas. Al fin, se cerraban las puertas. Y se abrían las duchas... del gas. El cyklon B. Todo en silencio. Cuando se abrían las puertas, se sacaban los cadáveres para el cremato­rio. Despachar a veinte mil en un día era la gran proeza de organización que sólo podían cumplir hombres como Ru­dolf Hess, como Eichmann...
En otra sala la montaña de anteojos. En otra, ropas. ¡Y la de zapatos! En una se han recogido miles de zapatitos de niño: hay siempre flores frescas que dejan al pasar los visi­tantes. Hay también una muestra de los sacos de pelo que se despachaban a la fábrica instalada en las vecindades por la Ig-Farbenindustrie. Hitler provocó un renacimiento indus­trial de la región, aprovechando los desperdicios de esa mina de cuatro millones de hombres libres asesinados.
Los trenes llegaban a la estación, y un jurado de capataces iba haciendo la selección de entrada. Los que juzgaban aptos para trabajar pasaban a las barracas. Los que pare­cían incapaces, directamente al baño. Un día llegó en uno de los trenes una familia de judíos de Holanda. 5 de septiembre de 1944. El padre, la madre, y dos niñas: Anna y Edith. Eran los Frank... El primer grupo de prisioneros de Varsovia llegó el 15 de agosto de 1940. Eran 1.666.513 provenían de Pawiak, 1.153 agarrados en una tarde en las calles de Varso­via. Imposible mayor diligencia y eficacia.
http://www.lablaa.org/blaavirtual/historia/america/america2.htm
Ficha bibliográfica Titulo: América nació entre libros Tomo II Edición original: Santa Fe de Bogota, Presidencia de la Republica. 1996 Autor: Arciniegas Germán

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Arciniegas: los judios en la historia de Colombia‏

De los Judíos en la Historia de Colombia

Prólogo por Germán Arciniegas del libro que acaba de publicar Editorial Planeta . Mesa Bernal, Daniel. (1996). De los judíos en la historia de Colombia: la azarosa y apasionante historia de los inmigrantes hebreos desde los tiempos de la conquista hasta la colonización antioqueña. Bogotá: Planeta. http://www.colombiaaprende.edu.co/html/productos/1685/article-226374.html

La participación de los inmigrantes hebreos en la creación del Nuevo Mundo en Colombia, tal como ocupó los últimos años de la vida de Daniel Mesa, forma un libro ejemplar.

Quiero decir que servirá de ejemplo para estudios parecidos que se hagan en México, Argentina, Chile, Perú, Bolivia, Ecuador o cualquier otro lugar de nuestra América. El caso de Colombia era más difícil y complejo. Por tradición o por sospecha, hablamos siempre de colonias judías en la colonización o en la vida de Antioquia, la Costa Atlántica y otras regiones. Sin precisar. Movidos por el instinto o la circunstancia de ciertos caracteres raciales, o la costumbre de usar nombres bíblicos en las familias. Solo Daniel Mesa se tomó el trabajo de un estudio sistemático que le ocupó los últimos años de su vida, hasta dejar este trabajo que evidencia cómo aparecen los de sangre hebrea participando en la política, la industria bancaria, la música, las matemáticas, la literatura, la astronomía, el ajedrez y cuanta actividad ha tenido que ver en la formación del Estado colombiano. Desde el primer día ha sido necesario un escrutinio laborioso de años para seguir este proceso que evidencia algo que va mucho más lejos de lo que se pensaba.
Tuvo la suerte Daniel Mesa de dejar su trabajo prácticamente terminado, y con él a la vista, notamos cómo se ensancha el concepto de cultura hispánica que una política reaccionaria reducía a los límites fanáticos del sambenito, la vela verde y la hoguera de quemar judíos.
Lo que se impone como primera consecuencia del estudio de Daniel Mesa es la rectificación en la idea que trataba de imponer la corriente imperial reaccionaria de la cultura hispánica. Para ser exactos, los liberales de nuestra América supimos del pensamiento europeo a través de traducciones que publicaban las editoriales de Barcelona y de Madrid, en donde nos tocó beber todo lo del mundo en la forma más amplia a través de traducciones excelentes. O de ediciones populares que circulaban caudalosamente por todos nuestros países. Los hebreos, que habían formado parte con los moros de la vida intelectual española, al producirse la reacción bajo los Reyes Católicos, emigraron masivamente a nuestra América. Fueron densas las colonias hebreas en el Caribe, en México, en Argentina, en Chile, en Brasil. Muchas veces favorecían la emigración los mismos reyes que habían trabajado con los hebreos, sobre todo en la creación de la hacienda real. La expulsión fue estimulada por corrientes populares que castigaban a quienes perseguían por ricos. A la Nueva Granada, la inmigración llegó en proporción que hasta la fecha no se conocía bien. Sorprende por el estudio de Daniel Mesa llegar a conclusiones como esta: Ya José Toribio Medina había señalado los dos primeros procesos de la Inquisición en Cartagena: el primero contra Luis Franco Rodríguez y el segundo contra Pedro López, los dos cristianos nuevos de origen portugués. De ahí en adelante, lo que sigue son apellidos que todavía se encuentran en Cartagena, donde funcionan sinagogas, no tantas como en Curazao, pero siempre bajo la complacencia española, que hacía la vista gorda para que pudieran avecindarse los que en la península se encontraban bajo la mirada recelosa del pueblo pobre español. Cartagena había convivido próspera y tolerante, al extremo de que hoy quedan como testimonio la catedral, la sinagoga y la mezquita, erigidas en una misma calle por los que emigraron en busca de un terreno libre. Comenzaba el Nuevo Mundo bajo el signo de la tolerancia que había desaparecido en la madre patria.
Lo fascinante en el comienzo del Nuevo Mundo es ver cómo el nuevo derecho va apareciendo a partir de las lecciones de Vitoria que registran en Salamanca el fenómeno americano. Lo que se está produciendo en América tiene en España esa resonancia que cambiará todos los derechos.
No se trataba de nada fácil, porque al principio bramaban de ira los encomenderos al ver cómo se cercenaba su ambición de reducir al indio a un régimen parecido al de la esclavitud española. Pero la vehemencia de la prédica del padre Las Casas, la convicción con que el padre Vitoria llevó al nuevo derecho su acento de justicia, fueron tan vehementes que los derechos humanos quedaron impuestos, a lo menos en la ley escrita, al extremo de que al cabo de los siglos se han convertido en la ley de la humanidad y son hoy un código moral de todas las naciones.
Esto es, en último término, el resultado de la carta Mundus Novus en que se anuncia la aparición de un Nuevo Continente, que no es Asia, ni Europa, ni el Africa, sino otra cosa en donde va a iniciarse el sueño platónico que el ateniense había dejado sepultado en un mar de lodo.

Publicación: eltiempo.com Sección: Editorial - opinión Fecha de publicación: 2 de diciembre de 1996 . Autor: German Arciniegas
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-612550
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Algo más sobre el libro: De Los Judíos En Colombia . Publicación eltiempo.com Sección Editorial - opinión Fecha de publicación 7 de junio de 1997 Autor Julio Guberek
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-584573
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Publica y difunde: NTC … Nos Topamos Con … http://ntcblog.blogspot.com/ , ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia, Julio 16, 2010. 11:17 AM

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